La asistencia psicológica va mucho más allá del trabajo terapéutico propiamente dicho, el cual se encamina a tratar determinados problemas psicológicos como la ansiedad, depresión, obsesiones, etc.  De hecho son muchos los expertos que opinan que gran parte de lo que se trabaja en cualquier gabinete se aleja de lo que realmente puede considerarse un trastorno psicológico y está mucho más enfocado a lo que podríamos denominar orientación.

Ayuda para entender dónde estás, qué caminos son los que tienes frente a ti y qué significado tiene cada uno de ellos.

Hoy día, en una sociedad que cambia rápidamente y que nos somete a una necesidad de adaptación rápida y continua, es fácil que las personas podamos tener la sensación de, en cierto modo, estar algo perdidas. Aquí no tenemos que pensar en forma de enfermedad, sino más bien en términos de duda, inquietud, indecisión, etc.

Apoyo para mirarte, conocerte y crecer.

Además, no solo se trata de la cuestión de buscar cómo responder mejor a  lo que nos va llegando de nuestro entorno, sino que son muchos los que, a pesar de ser capaces de enfrentar lo que les rodea, sí tienen el deseo de conocerse mejor, buscar sus potencialidades e intentar ser una mejor versión de ellos mismos.

Asesoramiento sobre cuestiones concretas: ¿es normal pensara así?, ¿mi comportamiento es tan raro como dicen?, ¿no debería sentir esto?,…

Existen también las personas que necesitan respuestas a situaciones muy concretas, que solo pueden obtenerse con la ayuda de un profesional de la psicología. Aquí podemos encontrar dudas acerca de formas de pensar, sentir y actuar, propia o ajena,  sobre las que se necesita tener una opinión experta.