En el presente artículo vamos a comentar la veracidad de algunas ideas equivocadas en lo que respecta a la depresión infantojuvenil.
La depresión infantojuvenil ha sido un campo en el que la investigación científica ha evolucionado considerablemente en los últimos 50 años. Estos estudios han podido demostrar como algunas ideas sobre la depresión que se consideraban ciertas estaban equivocadas hasta no hace muchos años y que hoy ya no resultan tan verídicas incluso algunas parecen poco menos que disparatadas, empezando por la idea que negaba la existencia de la depresión infantojuvenil.
En los años 60-70 del siglo XX, expertos comenzaron a “afirmar”que la depresión infantil existía, pero que estaba constituida por “equivalentes depresivos”, es decir, por conductas disfuncionales que no eran exactamente depresivas, como, por ejemplo dolores de cabeza, enuresis (micción involuntaria), conductas delictivas, fobias o incluso el fracaso escolar.
En la actualidad, nadie niega la validez y utilidad del constructo de depresión en la infancia, considerado como un conjunto de conductas anormales según García-Vera y Sanz en 2016.
Algunas de las ideas erróneas que se han podido desmentir en la actualidad por la investigación son las siguientes:
1. “La psicoterapia no cura la depresión infantojuvenil”
La literatura científica ha podido demostrar mediante una treintena de estudios además de 200 trabajos publicados en los últimos 10 años que la terapia psicológica es eficaz para la depresión infantojuvenil.
2. “La psicoterapia es menos eficaz que la medicación antidepresiva en la depresión infantojuvenil”
Mediante la revisión de la literatura actual científica queda demostrado que la terapia psicológica es eficaz en la población infantojuvenil y como la eficacia de la mayoría de los medicamentos antidepresivos para la depresión infantil es cuestionable.
La guía de práctica clínica para la depresión en menores del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia en la Atención [National Institute for Health and Care Excellence - NICE] del Reino Unido, tras su última actualización en el 2019, afirma que la medicación antidepresiva no debe usarse como tratamiento inicial en depresión leve y sólo ofrecer la en depresión moderada complementada con terapia psicológica que sea congruente.
3. “La psicoterapia es eficaz en la depresión infantojuvenil leve, pero no en la moderada o grave”
La afirmación de que la psicoterapia no es eficaz en la depresión infantojuvenil grave o moderada, sino tan solo en la leve, es falsa, ya que, al igual que ocurre en el campo de la depresión adulta, la psicoterapia es eficaz para todos los niveles de gravedad de la depresión. Además el estudio llevado a cabo por Zhou y colaboradores en 2015 confirma esta afirmación.
4. “El tratamiento de la depresión infantojuvenil es largo”
Encontramos en la práctica clínica como las terapias más utilizadas y de las que se obtienen una mayor eficacia para el tratamiento de la depresión son breves y normalmente duran unos 3 o 4 meses, con sesiones individuales semanales. Todo esto está sujeto a la situación de cada persona en concreto y a sus circunstancias aunque los estudios demuestran que se mueven en ese margen de tiempo. Para resumir podemos concluir que la psicoterapia para la depresión infantojuvenil normalmente es un tratamiento corto, aunque según las características y circunstancias del paciente podría prolongarse, por tanto podemos decir que esta afirmación es en parte falsa.
Lista de referencias:
García-Vera, M. P. y Sanz, J. (2016). Tratamiento de los trastornos depresivos y de ansiedad en niños y adolescentes. De la investigación a la consulta. Madrid, España: Pirámide.
Sanz, Jesús, & García-Vera, María Paz. (2020). Las ideas equivocadas sobre la depresión infantil y adolescente y su tratamiento. Clínica y Salud, 31(1), 55-65.
Zhou, X., Hetrick, S. E., Cuijpers, P., Qin, B., Barth, J., Whittington, C. J., ...Xie, P. (2015). Comparativeefficacy and acceptability of psychotherapiesfordepression in children and adolescents: A systematicreview and network meta-analysis. WorldPsychiatry, 14(2), 207-222. https://doi.org/10.1002/wps.20217
