La terapia de pareja puede abordarse desde diferentes perspectivas, de todas ellas, dentro de las más potentes se encuentran las que prestan especial atención al apego humano. Este sistema psicológico fundamental sirve de guía para conocer la calidad de la relación de pareja, encontrar qué se está haciendo para dañar o fortalecer el vínculo de esta y,  como no puede ser de otra manera, intentar restaurar las partes deterioradas  y fortalecer las preservadas. En la práctica, todo esto se realiza en forma de un diálogo dirigido por el terapeuta, el cual siempre se mueve dentro del lenguaje de los pensamientos, emociones y conductas que crean, mantienen o de cualquier forma afectan a las necesidades de afecto de ambos componentes.

De una manera más concreta, los integrantes de la relación serán invitados a expresar sus diferentes emociones y, a través del coloquio aquí establecido, el terapeuta irá moldeando la conversación de manera que se puedan alcanzar varios objetivos. Por un lado, se buscará conocer cuál es el verdadero dolor escondido tras las diferentes reclamaciones, de manera simultánea, se intentará que las dos personas sean consciente de ello y, además, se hará una labor explícita de educación en las formas correctas de comunicación, con la intención aquí de que sea la propia pareja la que adquiera la capacidad de mejorarse ella misma sin la presencia de ayuda externa. Así, hablamos de intentar resolver cosas concretas y, además, de que se adquieran habilidades generales comunicativas que permita preservar el vínculo de apego de una manera continua a lo largo de la historia de la relación.