Todos somos inseguros en mayor o menos medida en algún aspecto de nuestra vida. Todos tenemos un talón de Aquiles, algún aspecto que nos pone nerviosos, nos retrae, hace que no podamos reaccionar debidamente. Puede ser la manera de relacionarnos en el trabajo, con la familia o con las personas que nos atraen, decisiones de futuro… la inseguridad puede afectar a innumerables campos y puede hacer que fracasemos en nuestras metas. Por eso hoy quiero hablaros de cómo vencer la inseguridad.
¿Qué es la inseguridad?
La inseguridad emocional nace del miedo (a ser rechazo, no amado, a hacer el ridículo, a fracasar) y de la falta de confianza en uno mismo.Esto provoca muy poca confianza y seguridad en nuestras propias habilidades y capacidades, alejándonos de nuestros sueños y metas.
Nuestra mente a veces nos juega malas pasadas: creencias erróneas o pensamientos tóxicos que nos boicotean.Ponernos en lo peor hace que aparezcan dudas, miedos y frustraciones que nos limitan.También nos influyen nuestras experiencias en la vida: situaciones de pasar vergüenza, de no dar la talla, de culpa, de rechazo,de sentirnos menos valiosos de lo que en realidad somos,… nos hace tener unas creencias negativas acerca nosotros mismos, y de nuestras capacidades y habilidades. También hay una cierta predisposición genética, pero serán nuestras experiencias y como las interpretemos lo que determinará nuestra autoconfianza.
¿Cómo es una persona insegura?
Una persona insegura tiene miedo constante a no estar a la altura de las expectativas propias y ajenas (sobre todo ajenas), lo que le lleva a hacer cualquier cosa para conseguir la aprobación de los demás o todo lo contrario, le paraliza. Le lleva a no hacer nada para no equivocarse, limitando su actuación a su terreno conocido y cómodo para no arriesgarse a fallar.
Son personas que no toleran bien los errores y fracasos, que necesitan sentir aprobación constante para sostener su autoestima. La inseguridad les lleva a alejarse de sus objetivos, perdiendo por miedo ofertas de empleo, relaciones, oportunidades de negocio… Es decir, la inseguridad les aleja de su máximo potencial y de todo lo que podrías conseguir en la vida.
Afortunadamente, como todas las habilidades puede mejorarse y trabajarse. Veamos como podemos vencer a la inseguridad
¿Cómo podemos trabajar en nuestra seguridad personal y emocional?
Todos en cierta forma somos algo inseguros. Es imposible estar seguro de todo al 100% en todos los campos, siempre habrá un riesgo de correr.Pero lo ideal es primero ser conscientes de nuestras limitaciones mentales para trabajar en ellas y que no nos impidan alcanzar nuestras metas. Veamos cómo podemos vencer nuestra inseguridad.
-Dialogo interno: Debemos tener especial cuidado en cómo nos relacionamos con nosotros mismos, que cosas nos decimos y que términos usamos. Hay que evitar las autocríticas negativas y menosprecios tipo “yo no valgo para nada”, “soy un inútil”. Hay que eliminarlo de nuestra mente y cambiarlos por otros más útiles y realistas como “no se me da bien jugar al tenis pero soy muy bueno cocinando”. Debemos ser lo más objetivos posibles aunque nuestra percepción en ese campo sea más bien pesimista. Hay que intentar verlo desde fuera, sin juzgarnos negativamente y sin adelantar acontecimientos.
-Retroalimentación positiva: Cuando consigas algo felicítate, sonríe y disfruta, las buenas palabras ayudan a tener una buena actitud. Recuerda ese sentimiento cuando estés intentado otra cosa y revive lo feliz que te sentiste al conseguir ese logro. Así desarrollarás mayor seguridad y los buenos sentimientos son contagiosos.
-Buen circulo social:Evita dentro de lo posible a las personas tóxicas: criticas, pesimistas, negativas, resentidas… Todas aquellas que te quitan energía y te hacen sentir inferior. Rodéate de gente que te haga sentir bien y a gusto.
-Viaje al futuro: Seguro que ahora recordando muchos de las situaciones que te causaban preocupación ahora no te lo parecen.Pues visita el futuro y mira como no era para tanto a lo que te tienes que enfrentar.
-Haz una lista de tus fortalezas. Los inseguros suelen centrarse en todo lo contrario, así que vamos a necesitar ayuda para recordarle a tu mente todas tus capacidades y habilidades. Léela siempre que lo necesites.
-Actitud positiva: La actitud es muy importante, con que sentimientos, pensamientos y creencias nos enfrentemos a las cosas son factor principal en nuestra autoconfianza. ¿y si no tienes confianza? Fíngela como si la tuvieras hasta que te salga de forma natural.
-Divide tu meta en pequeños pasos. Una meta muy grande puede asustar a cualquiera y llevarte a creer que no puedes hacerlo. Si divides tu gran meta en pequeños pasos, será mucho más fácil de llevar a cabo e irás ganando en confianza según avances.
-Aprende tus errores. No hay mayor maestro que tus propios errores. Son una parte inherente de la vida de la que podemos sacar mucho aprendizaje. No escapes de ellos, te ayudarán a seguir creciendo.
-No esperes a tener seguridad para hacer las cosas. Muchas veces esperamos a tener confianza para hacer algo, y esto no siempre suele funcionar. Si quieres hacer algo, hazlo con miedo. Es la única forma de ganar confianza y de enseñarle a tu mente que tampoco era para tanto.
-Deja de compararte con los demás. Cada uno de nosotros es único. El compararte constantemente con los demás, hará mella en tu confianza. Cada uno de nosotros tendrá que recorrer su propio camino.
-No necesitas más aprobación que la tuya propia. Todos deseamos ser amados y queridos, pero no podemos dejar nuestra autovalía, confianza y seguridad en manos de nadie. Si el amor de los demás depende de que no decepciones sus expectativas, no estás en el lugar indicado. Es imposible satisfacer las expectativas de todos, la tuya es la única importante ya que tienes que vivir contigo no la vida de nadie más.
Debemos aprender que la inseguridad y la incertidumbre forman parte de nuestras vidas, es inherente a ella. De lo único que estamos seguros es la muerte, el resto son conjeturas.
Porque recuerda… de ti depende sacar tu máximo potencial, de nadie más.
Autor: Marta Castelos Cortizas.