En ocasiones en las relaciones de pareja surgen desavenencias por cuestiones que, aunque en apariencia puede parecer triviales para uno de los miembros, tienen mucha importancia para la otra persona implicada; generando en esta última, por lo habitual, reacciones de reproche y enfado hacia aquel que las propicia.
Las situaciones en las que podríamos encontrar ejemplos de lo descrito son múltiples: citas con personas ajenas a la pareja planificadas por uno de los componentes sin tener en cuenta la opinión del otro, compras que afectan a ambos miembros realizadas por uno de ellos sin consultar, planificación de días libres atendiendo solo a la preferencia del que la hace, etc.
En cualquiera de los ejemplos enumerados, uno de los miembros señala a otro por su mal proceder; defendiéndose este último con expresiones del tipo “no es para tanto”, “nadie se pones así por eso”, etc. Esto, en lugar de apaciguar al primero, suele enfadarlo aún más; acusando al otro de “egoísta”, “insensible” o cualquier adjetivo de contenido similar. Pero, además, estos ataques pueden ir acompañados por una larga lista de agravios pasados que se acumulan al presente; pudiendo ser contestados con nuevos contraataques en forme de nuevos reproches o con molestos silencios y alejamientos que vienen a ejercer la misma función.
Lo que suele existir tras estos episodios es una de las principales faltas que puede tener un amante hacia el otro; el no prestarle la suficiente atención, el no tenerlo en cuenta. Pues, como indica el monje budista Thich Nhat Hanh (2012) “Amar a alguien significa alimentar a la otra persona con la atención adecuada” (p.20) y el no sentir que se recibe dicha atención en algo tan importante como las disposición del propio tiempo o del tiempo en pareja suele experimentarse a través de una amarga sensación de enfado, indignación, injusticia, etc.
Ante esto, una simple consulta al compañero en la que se le pregunte acerca de su conveniencia o no de llevar a cabo determinadas cuestiones que le incumben directamente suele ser el bálsamo mágico que, no solo evita que se desencadene la secuencia de acontecimientos indeseables; sino que sirve de sano alimento a la relación que, junto con otros muchos elementos, mantienen a esta saludable y en crecimiento.
Lista De Referencias.
Hanh, T.N. (2012). En el corazón de las enseñanzas de buda. Barcelona. Oniro.
Autor: Juan Antonio Alonso
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